La Costa Brava ofrece una gran variedad de paisaje y pueblos costeros de tradición pesquera. Cadaqués se encuentra en el Cabo de Creus, la zona más al norte de la costa brava, y ha sido hogar y fuente de inspiración de algunos artistas como Picasso o Dalí, de quien además, podemos visitar su casa de veraneo. Cadaqués sigue conservando un ambiente bohemio con una espectacular oferta gastronómica y maravillosos paisajes.
En el pueblo de L’Escala se pueden visitar las ruinas de Empúries, primer asentamiento Grecorromano de la Península Ibérica con más de dos mil quinientos años de historia emplazado en un paraje idílico ante el mediterráneo.
Calella de Palafrugell es un pequeño pueblo pesquero tradicionalmente mediterráneo. Es un balcón ideal para disfrutar de las vistas al mar, el aperitivo o comida. Tossa de Mar sigue conservando un núcleo antiguo mágico, en el que es fácil transportarse en el tiempo paseando por sus pequeñas calles empedradas y su muralla medieval desde donde tenemos vistas al mar y diferentes puntos del pueblo.
Tossa de Mar sigue conservando un núcleo antiguo mágico, en el que es fácil transportarse en el tiempo paseando por sus pequeñas calles empedradas y su muralla medieval desde donde tenemos vistas al mar y diferentes puntos del pueblo.
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